Día domingo 5 de mayo: había una vez un bebé tan hermoso y débil que parecía un copo de nieve,
era listo, atento y simpático, tanto que a veces parecía molesto.
No
importaba lo que él hacia, todo estaba bien ante
Los ojos de los demás
Su
mirada era tan dulce que te iluminaba y te olvidabas de lo malo que te había pasado
Su
hermosa llegada, fue un cinco de mayo, esa fecha tan especial, desde ese día en
adelante todo fue hermosura y alegría.
Lunes 6 de mayo: Una fecha de conflictos ocurridos por su inocencia jugando con las
tres bebotas de la casa Lola, Deici y Angi. Tuvo un desliz y cayó al río donde
sus aguas eran turbias y oscuras, lo cual fue motivo que su encuentro fuese con
dificultad.
Al
pasar unos minutos se pudo ver a los lejos y lo encontraron, él entendió que
no debía acercarse a la orilla del río.
Jueves 8 de mayo: Fue instalándose (marcando su territorio), hasta que logró a ser uno más de
la familia.
Su
abuelo y abuela decían que era un consentido por ser el bebe más pequeño de
todos, dormía con sus abuelos y a veces con su mamá.
Sábado 11 de mayo: Fue cuando se incorporó definitivamente por completo.
Su
estadía era la mejor . Desde que se despertaba, nadie tenía nada, hasta
que se dormía. Durante la semana iba
enseñando su inocencia y dulzura.
Sábado 18 de mayo: Llegó el día, el gran día, el día que las vacunas. Nervios e
impaciencia. Fue llevado hacia un centro de enfermería donde se creía que era
seguro y lo podían prevenir enfermedades.
Pero
no todo salió como se esperaba, la maldita idiota supuesta “enfermera” no resultó ser lo que se esperaba (una farsante), la cual le
inyectó una falsa aplicación medicinal que le causó un malestar al
bebito. Fue
un día de bronca e irritación.
Domingo 19 de mayo: Despertó con dolores, vómitos e
insomnio, no ingería alimento, su estómago
(su hígado), estaba reventado por la
fuerte dosis que se le aplicó.
Lunes 20 de mayo: Amaneció mal pero no se esperaba nada malo, no se sabía nada, fueron
días malos los cuales todos padecieron con dolor.
Martes 21 de mayo: Amaneció bien, comió algo, jugó
con las bebas, pero por la noche otra vez se sintió mal
Seguían
los vómitos.
Miércoles 22 de mayo: Día donde parecía estar bien, pero como se dice, las apariencias engañan.
Llegó
el mediodía y no mejoraba. Hasta
que su corazoncito no aguantó más y cerró sus ojitos y dijo adiós. Tuvo un
descanso eterno, donde se encontrará con el creador de todo nuestro mundo. Tomó
rumbo hacia el cielo de los bebitos hermosos.
Su
nombre era Meecks, tenía cuarentaicinco
días de vida.
NOTA:
( fue lo mejor que me pudo haber pasado en la vida,
lo amé, fue mi bebé, me ayudó a creer, a
no tener miedo y a creer que todo se puede),
no hay que confiar en nadie, hay que ser
precavido en el proceder y siempre
abrazar y besar a quien se ama…
López Abigail
6to C
Que linda historia para reflexionar
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